Cuando el Dolor se Transforma en Lucha

El proyecto Acuérdate de los Presos fortaleció la voz, la resiliencia y el liderazgo de 30 mujeres cubanas, en su mayoría afrodescendientes, familiares de presos políticos, del barrio La Güinera, epicentro de las protestas del 11 de julio de 2021.
A través de talleres, acompañamiento emocional y orientación en derechos humanos, se logró el empoderamiento de este grupo de mujeres para convertirlas en defensoras activas de sus derechos y el de sus seres queridos encarcelados.
Kenia Romero Molinet, madre del preso, Luis Darien Reyes Romero que cumplió una sanción de 3 años de cárcel y actualmente a la espera de juicio, tras haber sido detenido en la vía pública en abril de 2024, por un agente vestido de civil que lo apuntó con una pistola, aseguró que su participación en el proyecto significó, una oportunidad para adquirir conocimientos y fortalecer la hermandad entre las participantes.
“Aprendí a defender la libertad de mi hijo con mayor fuerza y valentía, y a expresarme de manera más efectiva frente a los represores”.
“Fue un taller importantísimo y necesario”, concluyó.
La presa, Lisdani Rodríguez Isaac, condenada a 8 años de cárcel, junto a su hermana gemela, en 2021, recibió una Licencia Extrapenal definitiva, el 15 de enero de 2025. Al momento de serle notificada la medida, se encontraba en su casa desde mayo de 2024, por riesgo en su embarazo. Su hermana, también fue excarcelada en la referida fecha de 2025.
En relación al proyecto declaró su satisfacción por el aprendizaje adquirido.
“Mi visión cambió a partir de que conocí sobre mis derechos. Ahora me siento más segura, al denunciar las arbitrariedades y no dejo de compartir con otras personas, todo lo aprendido”.
En un mensaje final, hizo énfasis en dejar los miedos atrás y exigir los derechos mientras estos continúen siendo irrespetados.
Lideisy Brito Montero, madre del preso, Dayan Gustavo Flores Brito, sentenciado a 14 años de cárcel, destacó la importancia de lo impartido en cada taller.
“Ahora estoy más convencida y preparada para continuar abogando por la libertad de mi hijo. Con las nuevas herramientas, fortalecemos nuestra posición frente a los actos represivos. Tenemos que seguir luchando hasta verlos libres”. Por último, dijo que le gustaría seguir aprendiendo sobre los derechos para enfrentar los desmanes de la dictadura.
Jenny M. Taboada Ortiz, madre del preso Duannys León Taboada, sancionado a 14 años de privación de libertad, dice que en los cincos meses de formación tuvo acceso a muchos conocimientos y que ahora su lucha es más segura al contar con conocimientos legales. “Hoy actúo con mayor seguridad ante cada violación de los derechos humanos”.
Por otro lado, aseguró que fue muy importante compartir con familias que enfrentan el mismo dolor al tener familiares tras las rejas por demandar el respeto a sus derechos fundamentales.
En un mensaje a las mujeres que aún sienten miedo a alzar su voz, alegó que el silencio jamás será la solución y que urge combatir las injusticias con conocimientos y apoyo legal.
Maydel Martínez Hernández, esposa del preso, Jesús Ramón Rodríguez Perez, sancionado a 10 años por un supuesto delito de sedición, dice que aprendió muchas cosas sobre los derechos fundamentales.
“Ahora tengo una mejor comprensión del tema y de las oportunidades de hacerlos valer, denunciando a quienes nos reprimen. No tengo miedo al exigir los derechos, ya que son fundamentales”.
“Ser parte de la una red de mujeres frente al mismo problema, significa mucho para mí. Nos apoyamos mutuamente y eso nos fortalece”.
Asimismo, Maidel, invita a desterrar los miedos, subrayando que son las voces de sus familiares injustamente encarcelados. Un compromiso ahora fortalecido con las enseñanzas recibidas.
De modo general, el proyecto tuvo un impacto significativo en la vida de las participantes. Entre los resultados más destacados, vale mencionar:
-Un aumento notable en el conocimiento de derechos humanos y herramientas legales.
-Un cambio positivo en la percepción y desempeño de su rol familiar y social.
-La creación de una red sólida de apoyo mutuo y empoderamiento colectivo.
-El estímulo a que más mujeres puedan superar el miedo y alzar su voz en defensa de sus derechos y los de sus familiares presos.